Miradas tramposas
Las miradas de Barack Obama –a espaldas de su esposa Michelle, y sobre las espaldas de agraciadas jovencitas– han dado la vuelta al mundo. Como bien señala Pedro Salinas, ahora Berlusconi debería sentirse en más confianza con el mandatario estadounidense.
La fotografía que ven arriba fue tomada durante la cumbre del G-8 y en ella se observa a Obama, bastante distendido, mirando la contorneada figura de una brasilera miembro de un grupo de jóvenes de los países asistentes a la reunión.
La imagen es contundente. El líder del país más poderoso del mundo y figura política más descollante de la actualidad sucumbiendo ante los irrefutables encantos de la lozana invitada. Es decir, un puntapié al muchas veces absurdo protocolo y un respiro de ‘normalidad’ entre tanta figura diplomática.
La foto es de una gracia y precisión indiscutibles, y bien podría hacerse ganadora de algún premio (recuerdo la foto de María Inés Menacho durante la primera visita de Bush al Perú). Pero acá viene la trampa a la que hace referencia el título de esta nota. Existe un video que muestra con mayor detalle la embarazosa situación y que salvaría al ‘inocente’ Barack de tener que dormir en la Sala Oval. Aquí está:
httpv://www.youtube.com/watch?v=SMmX72N6EtE
Más culpable sería Sarkozy y más furiosa debería estar Carla Bruni luego de ver esta grabación. Lo interesante es cómo una simple imagen pudo descontextualizar tanto el hecho. Y cómo la rápida difusión de los medios puede haber provocado confusión entre miles de personas en el mundo. Puede sonar tonto, pero para mucha gente la supuesta ‘mirada indiscreta’ de Obama podría ser una razón de decepción ante una personalidad que ha generado tanta admiración en tan poco tiempo. En fin, un tema bastante gracioso, pero que también invita a pensar.